La tenia atrapada en mis latidos
guardada en un bello sueño privado,
la consentía al calor de mi pecho
dibujada entre un delicado abrazo,
sentía la brisa de su suave aleteo
sus risas armonizaban un dulce canto,
desnudaba mis ojos al observarlos
retumbaba mi corazón al acercarnos,
de su esencia emanaba el deseo
su sonrisa adornaba los ocasos,
despuntaban los días en su rostro
nacían rosas tras sus pasos,
ella era todo y el mismo universo
pintando un arco iris intenso,
su presencia era como ese verso
que sutura las heridas del vacío,
era las notas escritas a dedos
revolviendo las nubes en el cielo,
era su estancia un virgen lienzo
donde pintaba su compañía a mi lado...
así era la orquesta de su entorno
en la memoria de mis recuerdos,
una voz que resuena en el silencio
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